Escucho el Concierto de Brandenburgo nº4 1-Allegro. La noche es agradable, invita a la lectura, el paseo, la conversación o la escritura. Estoy en la tierra natal, enfrentado al iMac en reconstrucción. Me falta una copa pero el teclado no es amigo de puros ni de vasos.
Tabucchi ha sido una satisfacción inesperada. Vino a mí una tarde calurosa en una librería-café, de esas que tanto me gustan. A decir verdad, fue un arrebato de consumismo. Cuando le comenté a mi madre, buena lectora, mi adquisición recordó lo que le había gustado Sostiene Pereira.
El texto es una recopilación de relatos inconexos en la trama pero articulados por el tema, el tiempo. No soy, para nada, un convencido de los "cuentecitos", con respeto, pero esto ha sido supremo. Los temas de los relatos, todos y cada uno de mi interés. Los escenarios salpicados por todo el continente. Pero el estilo lo mejor, pluma audaz y sensible, una genialidad.
Si te dejas recomendar por mí, no leerás todos de golpe uno detrás de otro, sino que los alternarás con otras lecturas. Ganará en intensidad.
martes, 10 de agosto de 2010
domingo, 8 de agosto de 2010
De cómo el planeta puede seguir girando después de tantos años
Supongo que no existe eje, que la masa se desplaza y gira sobre el vacío y por tanto no hay pérdidas por rozamiento. Supuesto ello cierto, qué pasa con el equilibrio calorífico y con la entropía en un espacio acotado y con la energía en forma de ondas y con las relaciones masa-energía y con la interacción de todas las anteriores... Yo veo lagunas, ¿y si se para?
¿y si la economía se hubiera contraido tanto que la banca hubiese quebrado?
¿y si a la señora Obama le gustan tanto las frutas con helado que decide quedarse toda la tarde en la playa en lugar de tomar el Air Force Two a las 14.10?
¿y si cerraran el Carrefour en el que siempre compro?
¿y si cambiara de carrera?
¿y si me hiciese frutero?
¿y si los signos de interrogación se escribiesen como los de admiración?
La vida está llena de incertidumbres, de pequeños gestos que hacen variar el discurso de los acontecimientos. Caer en Pinto o en Valdemoro. El azar define el futuro, pero la suerte, la suerte solo viene si uno la busca.
¿y si la economía se hubiera contraido tanto que la banca hubiese quebrado?
¿y si a la señora Obama le gustan tanto las frutas con helado que decide quedarse toda la tarde en la playa en lugar de tomar el Air Force Two a las 14.10?
¿y si cerraran el Carrefour en el que siempre compro?
¿y si cambiara de carrera?
¿y si me hiciese frutero?
¿y si los signos de interrogación se escribiesen como los de admiración?
La vida está llena de incertidumbres, de pequeños gestos que hacen variar el discurso de los acontecimientos. Caer en Pinto o en Valdemoro. El azar define el futuro, pero la suerte, la suerte solo viene si uno la busca.
jueves, 5 de agosto de 2010
El tiempo entre costuras
Me he sentido como una señora leyendo una revista en el metro. Novela con olor a colonia cara de mujer. Intensa, intrigante y en ocasiones arrolladora, María Dueñas nos transporta al Madrid de los años treinta con maestría y elegancia. Tetuán-Tánger-Lisboa. Con un estilo fino y delicado, unas descripciones que transpiran a otros tiempos. El tema bastante bien llevado y con un transfondo histórico, al parecer, rigurosamente documentado. Me sobra algo de hilo a lo largo de la novela, supongo que estoy fuera de ese mundo. La definiríamos como estilosa. Si quieres no resultar femenino mejor no la bajes a la playa, es broma, creo.

Saludos desde mi ex-residencia.
Saludos desde mi ex-residencia.
domingo, 1 de agosto de 2010
EL LECTOR
Como habéis podido comprobar, al mes de estrenar mi blog lo he abandonado. Bueno, no ha sido por voluntad propia. Me he mudado. Gano un par de balcones en mi dormitorio, unas cortinas de palacio renacentista y una nevera que da gusto verla. Pero como todo en la vida, algo me ha costado y es que todavía no tengo internet en el hogar, todo llegará.
En esta doble entrada de hoy quería comentar algo sobre "El lector", me refiero al libro de Bernhard Schlink. Novela genuina. Ritmo lento al comienzo y allegro al avanzar la trama. Lingüisticamente adecuado al inicio, pierde calidad con el paso de las hojas. También decrece en intensidad estilística y evoluciona hacia una novela prácticamente plana, sin matices, ni colores, ni perspectiva, casi vacía de sentimiento. Y ahora es cuando tendríais que pensar, y por qué le ha gustado a este tío. Por el tema y la calidad literaria y moral desde la cual lo aborda. Porque habla sin rencor, casi sin juicio, sobre el dolor.
A mi me ha propiciado ya un par de discusiones sobre la materia. Solo señalar que para mi el tema del libro, a diferencia de la opinión de varios columnistas, no es el holocausto, ni el nazismo, sino el relativismo moral y la forma como los alemanes se enfrentan a su propio pasado.
Espero que mis problemillas informáticos se solucionen pronto para poder seguir parlamentando. Hasta la próxima.
En esta doble entrada de hoy quería comentar algo sobre "El lector", me refiero al libro de Bernhard Schlink. Novela genuina. Ritmo lento al comienzo y allegro al avanzar la trama. Lingüisticamente adecuado al inicio, pierde calidad con el paso de las hojas. También decrece en intensidad estilística y evoluciona hacia una novela prácticamente plana, sin matices, ni colores, ni perspectiva, casi vacía de sentimiento. Y ahora es cuando tendríais que pensar, y por qué le ha gustado a este tío. Por el tema y la calidad literaria y moral desde la cual lo aborda. Porque habla sin rencor, casi sin juicio, sobre el dolor.
A mi me ha propiciado ya un par de discusiones sobre la materia. Solo señalar que para mi el tema del libro, a diferencia de la opinión de varios columnistas, no es el holocausto, ni el nazismo, sino el relativismo moral y la forma como los alemanes se enfrentan a su propio pasado.
Espero que mis problemillas informáticos se solucionen pronto para poder seguir parlamentando. Hasta la próxima.
SIMÓN BOCANEGRA
El jueves volví al Real.
Sol de justicia sobre la capital. Turistas rubios y pelirrojos. Vaqueros ajustados, zapatos de ante y camisa casi nueva. Última fila del patio de butacas.
Pasado algún minuto de las ocho Lopez Cobos y su mejor batuta entran en el foso. Aplausos. A mi derecha una anciana, saluda muy educada. A la izquierda una joven, mira el libreto.
Comienza el espectáculo. Es el cierre, hay esperanzas pero la sombra de Plácido es alargada. Tenor maravilloso, barítono en su sitio y delicada la soprano, le hubiera gustado al amigo kigo.
Descanso y paseo. Observo. Paseo. Aplico la psicología del ocioso.
Final increible. Más aplausos para Cobos y la mejor orquesta del Real, esperamos que bajo otras manos luzca igual de bien.
Arroz tres delicias congelado y a dormir entre algodones. Mañana será otro día.
Sol de justicia sobre la capital. Turistas rubios y pelirrojos. Vaqueros ajustados, zapatos de ante y camisa casi nueva. Última fila del patio de butacas.
Pasado algún minuto de las ocho Lopez Cobos y su mejor batuta entran en el foso. Aplausos. A mi derecha una anciana, saluda muy educada. A la izquierda una joven, mira el libreto.
Comienza el espectáculo. Es el cierre, hay esperanzas pero la sombra de Plácido es alargada. Tenor maravilloso, barítono en su sitio y delicada la soprano, le hubiera gustado al amigo kigo.
Descanso y paseo. Observo. Paseo. Aplico la psicología del ocioso.
Final increible. Más aplausos para Cobos y la mejor orquesta del Real, esperamos que bajo otras manos luzca igual de bien.
Arroz tres delicias congelado y a dormir entre algodones. Mañana será otro día.
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