Como habéis podido comprobar, al mes de estrenar mi blog lo he abandonado. Bueno, no ha sido por voluntad propia. Me he mudado. Gano un par de balcones en mi dormitorio, unas cortinas de palacio renacentista y una nevera que da gusto verla. Pero como todo en la vida, algo me ha costado y es que todavía no tengo internet en el hogar, todo llegará.
En esta doble entrada de hoy quería comentar algo sobre "El lector", me refiero al libro de Bernhard Schlink. Novela genuina. Ritmo lento al comienzo y allegro al avanzar la trama. Lingüisticamente adecuado al inicio, pierde calidad con el paso de las hojas. También decrece en intensidad estilística y evoluciona hacia una novela prácticamente plana, sin matices, ni colores, ni perspectiva, casi vacía de sentimiento. Y ahora es cuando tendríais que pensar, y por qué le ha gustado a este tío. Por el tema y la calidad literaria y moral desde la cual lo aborda. Porque habla sin rencor, casi sin juicio, sobre el dolor.
A mi me ha propiciado ya un par de discusiones sobre la materia. Solo señalar que para mi el tema del libro, a diferencia de la opinión de varios columnistas, no es el holocausto, ni el nazismo, sino el relativismo moral y la forma como los alemanes se enfrentan a su propio pasado.
Espero que mis problemillas informáticos se solucionen pronto para poder seguir parlamentando. Hasta la próxima.
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