domingo, 7 de agosto de 2011

SECRETOS PÚBLICOS

Estoy en la mitad de mi estancia en las tierras británicas y esto no parece tomar un rumbo decidido. Sí, tenemos momentos de lucidez y otros de desesperación. Lucidez cuando uno comprende lo que pasa a su alrededor, cuando entiende las conversaciones entre madres e hijas y cuando piensa que está haciendo lo mejor para su futuro. Desesperación cuando te acuerdas de los tuyos, cuando piensas en tu hogar y cuando añoras los cuarenta grados.

Y te das cuenta de que por mucho que te hayas acostumbrado al sufrimiento y a la obligación, nunca eres inmune. Demasiados años haciendo lo que se debe. Llegando hasta el final e imponiendo obligaciones frente a devociones. Pero tengo el presentimiento de que voy a sacar algo más que inglés de este verano british. Creo que he apuntado algo nuevo en mi libreta. Ante todo mi familia y mi dulce niña... y los puentes esperaran su turno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario