Es tarde. Ya sólo los locos pasean bajo la densa atmósfera madrileña. La luz de mi flexo ilumina el último problema de placas. Hoy es un día especial, especial porque algo nuevo va a suceder en mi vida. Voy a inaugurar mi blog.
Rodeado de pañuelos y con la nariz embozada, como decimos los maños. Con mis mocasines de andar por casa. Así vivo yo. La música dejó de sonar hace una hora, el pobre Fran, mi vecino, tiene derecho a descansar.
Para esta introducción a la vida perra de este humilde escribano os hablaré sobre los sueños y los deseos. Leía hace unos meses Nivola del maestro Unamuno y no pude evitar quedarme con una frase. "...la vida es la única maestra de la vida; no hay pedagogía que valga. Sólo se aprende a vivir viendo, y cada hombre tiene que recomenzar el aprendizaje de la vida de nuevo...¿Y la labor de las generaciones,...,el legado de los siglos? No hay más que dos legados: el de las ILUSIONES y el de los DESENGAÑOS..." Lo suscribo, y como le dije al médico el otro día: más sabe el Diablo por viejo que por diablo. La frase del maestro quedó escrita en la pizarra de la nevera de casa y todavía nadie se ha atrevido a borrarla. La vida nos ofrece pequeños traspiés a diario, alguna ilusión de vez en cuando y grandes puñetazos cuando menos lo esperamos. Intentemos aprender de todo.
Creo que por hoy es suficiente, a viernes cuatro de junio, dos diecinueve de la mañana me despido. Salud.
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