Tras una conversación sobre mi entrada RISE & FALL OF MAHAGONNY haré algún comentario adicional. Según mi informador la intención del autor era realizar una crítica al Capitalismo tras el Crac del 29. No lo dudo. Ahora bien, a mi modo de entender, el Arte no es la capacidad del autor para verter una idea en su obra, sino el poder del individuo para lograr una creación que transmita sensaciones, sentimientos y opiniones sobre el público, que haga al público llegar a la idea por sí mismo. Y en esta línea, que no otra, viene mi crítica al espectáculo. Bajo mi humilde punto de vista allí no se pretendía mostrar una ópera para que el gentío la interpretase sino transmitir, mediante un musical muy bien cantado, un ideario. No necesitamos que nos mastiquen, y menos de una forma tan chapucera, la cena.
La Biblia podría seguir teniendo una prominente actualidad para los agnósticos. Claro que no con una interpretación literal, sino captando la metáfora y sabiduría oculta en gran parte de sus páginas. Una lectura tan simplista de una obra lleva a convertir los mejores clásicos en viejas glorias caducas. Lean la Odisea y díganme si no es puro Arte.
Lo siento, soy así.
viernes, 29 de octubre de 2010
martes, 26 de octubre de 2010
PROSTITUTAS DE LUJO
La entrada de hoy es algo distinta de lo habitual.
La clase de Caminos fue algo singular. Mucha gente hablaba en susurros y el público en general parecía poco interesado en lo que allí se exponía, yo estaba con los cinco sentidos. Embebido en una vorágine de matrices de origen destino y con unas ecuaciones más o menos sencillas la profesora se esforzaba por hablarnos de la situación real en nuestro país. Nos hablaba del poco respeto que se tiene por los técnicos, de como las decisiones se toman, en todas las Administraciones, por motivos políticos y de como los Ingenieros de Caminos se ven acosados por el poder. Y así, de los dilemas morales que puede acarrear el ejercer una profesión tan digna como sacrificada. Nos hablaba de las destituciones y de la inercia natural del ingeniero por el ascenso y el sueldo. Porque es muy fácil teorizar desde una cafetería o desde mi ordenador sobre la altura ética, pero la realidad es que mañana comes o no. La profesora en un momento dado dijo: "vosotros, el día de mañana no tendréis quebraderos de cabeza por los problemas técnicos que aquí os enseñamos a resolver, para ello estaréis capacitados; lo que os quitará el sueño son los problemas de gestión y sobre todo las decisiones, porque todos vosotros, en diez años estaréis en esa situación" (no tengo tanta memoria para una cita textual pero venía a decir algo así). Y así salí a la cafetería con un sentimiento encontrado entre la esperanza y la ira. No es casual que, aun cuando parecía que allí nadie escuchaba, el amigo Pablo, al terminar la clase, se me acercase con cara de preocupación y me preguntase qué me parecía. Supongo que ambos adolecemos de algún tipo de enfermedad.
Y con todo ello me siento en el autobús de vuelta a casa para la comida. La cabeza se separa del cuerpo y se pierde en su propia vida. En ese estado recuerdo el monólogo de las ocho del señor Herrera sobre los Funcionarios del Estado. Repasa las declaraciones del dueño de Mango, el cual defiende la diferenciación salarial en función de la productividad y la conveniencia de posibilitar el despido de los puestos a cargo del erario público. Herrera señalaba la importancia de evitar que los políticos entraran a decidir sobre el Cuerpo de Funcionarios. Lo que le faltaba al país sería que el alcalde de turno vendiera los puestos de jardinero o administrativo. Que el Ministro de Fomento decidiese quien trabajaba allí. Cierto es que algunos estratos del conjunto de funcionarios presentan una productividad baja, pero no todos. Funcionarios también son los maestros y profesores, los médicos,... y los ingenieros del ministerio. Con sus oposiciones y competencia necesaria para tomar el cargo. Y gracias a este inmovilismo conseguimos la independencia para tratar de imponer criterios técnicos y no políticos. Y así se hilaba con la clase.
Ahora, repasando las notas mentales recuerdo una conversación con un ex-altocargo del Ministerio. Me hablaba sobre la ruptura entre el grupo de asesores del ministro de turno y el Cuerpo de Funcionarios. Señalando, incluso, la fortaleza que aporta el que puedas decir lo que es técnicamente más correcto sin que por ello te vayan a destituir al siguiente día.
No sé si se puede llegar a alguna conclusión con todo lo anterior. Supongo que si nos hace pensar es suficiente. Estoy seguro de que ninguno de los tres me leerá, pero les agradezco desde aquí que colaboren a enriquecerme como persona, y por qué no, como futuro profesional.
Lo difícil será saber donde termina la necesidad de acuerdo (intrínseca a toda sociedad) entre técnicos y políticos y comienzas a convertirte en una prostituta de lujo.
Saludos a todos.
domingo, 24 de octubre de 2010
LA CASA DE VALENCIA
Kapital cerró a las tres. Caminaba por las calles de la capital. Solo. Sentía el frío húmedo rozándome la cara. Raimundo es sosegado por la noche, el exceso ministerial y comercial deja lugar a una calle tranquila y con un cierto toque decadente. A las cuatro, tras el vasito de agua me introduzco en mi zoológico, con los elefantes y el perro.
13:45 salgo de casa. Vestimenta habitual. Camino rápido.
14:25 llegada a la cita. Todos encamisados y con zapatos. La Casa de Valencia en Pintor Rosales nos acoge en su seno. Cervecitas en bola y entrantes. Unas paellacas impresionantes y un postre para chuparse los dedos. El trato cordial y muy correcto. Un lugar de película para una comida propia de un guión. Sonrisas, conversaciones y proyectos, todos sobre la mesa. Y es que sin una buena compañía el mejor sitio es ruin. Espero que todos hayamos disfrutado igual.
Saludos desde mi rincón.
13:45 salgo de casa. Vestimenta habitual. Camino rápido.
14:25 llegada a la cita. Todos encamisados y con zapatos. La Casa de Valencia en Pintor Rosales nos acoge en su seno. Cervecitas en bola y entrantes. Unas paellacas impresionantes y un postre para chuparse los dedos. El trato cordial y muy correcto. Un lugar de película para una comida propia de un guión. Sonrisas, conversaciones y proyectos, todos sobre la mesa. Y es que sin una buena compañía el mejor sitio es ruin. Espero que todos hayamos disfrutado igual.
Saludos desde mi rincón.
sábado, 23 de octubre de 2010
MAÑANAS DE SÁBADO
Nueve de la mañana. Isabel Gemio suena en el dial, que coñazo, donde esté el "levántate camastrón, qué van a pensar tus hijos si te ven en la cama", "por fin es lunes",... Me levanto pausadamente. Ducha antiecológica y antieconómica. Desayuno placentero, té con leche y unas galletillas de la abuela. Rafa da conversación, indignado con las operaciones de cuerdas vocales a los perros. Nos sentamos en la mesa del salón, todo lleno de papeles. Metálicas, con mi prontuario de cincuenta euracos, mis apuntes, un libro de fenómenos de flexión en metálicas y varios folios. Una mañana maravillosa. Reconciliación total con el cortante, rasante y abolladura, todos somos amigos. Hacía demasiado tiempo que no me daba cuenta de cuanto adoro las estructuras. Mañana de reencuentro. Mañana feliz...
martes, 19 de octubre de 2010
Rise and fall of Mahagonny
Esta entrada es consecuencia directa de dos peticiones realizadas por un par de entes independientes y no relacionados entre sí.
Volver al Real siempre es un privilegio, cómo lo adoro. Ello no quita que algo está cambiando en él, un cambio de personal, lamentable un "ya puede pasar". Cómo dice un amigo: "por supuesto que puedo pasar..." Y es que ya ni en la casa del glamour quedan formas. Mi entrada lleva un sello que la diferencia de las otras pero ello no debería ser condición para un trato diferente.
Dejando las cuestiones de forma a un lado, aún no siendo baladí, hablaremos de la obra. No puedo evitar reseñar el blog de Kigo sumándome a su crítica con alguna salvaguarda. En mi opinión, aquella obra no podía remover la conciencia de nadie por un motivo que el mismo señala, aquello no era una ópera sino un musical. Se desvirtuó completamente el tema convirtiendo algo tan trascendente como la decadencia humana en una mera parodia. Lamentable la escena final con un millón de pancartas cada cual más vulgar. El público del Real puede ser aburguesado, pero no por ello deja de ser capaz. "Fuera los ricos" o algo parecido se leía en una, resulta igual de patético juzgar o excluir a alguien por no tener dinero (uno de los temas de la obra) que por tenerlo. "Abajo la propiedad privada", por supuesto esto en el lado de los buenos. Ahora nos van a enseñar las bondades de la no existencia de la propiedad, ¡venga hombre! ¿cómo van a remover conciencias así? ¿A quién pretenden aleccionar? Y que interpretación más alejada de la obra de la que yo hago.
Supongo que soy un bicho raro, pero no soporto que se tenga que politizar todas las cuestiones de la vida, hasta la elección de un champú en el super.
Saludos a todos.
Volver al Real siempre es un privilegio, cómo lo adoro. Ello no quita que algo está cambiando en él, un cambio de personal, lamentable un "ya puede pasar". Cómo dice un amigo: "por supuesto que puedo pasar..." Y es que ya ni en la casa del glamour quedan formas. Mi entrada lleva un sello que la diferencia de las otras pero ello no debería ser condición para un trato diferente.
Dejando las cuestiones de forma a un lado, aún no siendo baladí, hablaremos de la obra. No puedo evitar reseñar el blog de Kigo sumándome a su crítica con alguna salvaguarda. En mi opinión, aquella obra no podía remover la conciencia de nadie por un motivo que el mismo señala, aquello no era una ópera sino un musical. Se desvirtuó completamente el tema convirtiendo algo tan trascendente como la decadencia humana en una mera parodia. Lamentable la escena final con un millón de pancartas cada cual más vulgar. El público del Real puede ser aburguesado, pero no por ello deja de ser capaz. "Fuera los ricos" o algo parecido se leía en una, resulta igual de patético juzgar o excluir a alguien por no tener dinero (uno de los temas de la obra) que por tenerlo. "Abajo la propiedad privada", por supuesto esto en el lado de los buenos. Ahora nos van a enseñar las bondades de la no existencia de la propiedad, ¡venga hombre! ¿cómo van a remover conciencias así? ¿A quién pretenden aleccionar? Y que interpretación más alejada de la obra de la que yo hago.
Supongo que soy un bicho raro, pero no soporto que se tenga que politizar todas las cuestiones de la vida, hasta la elección de un champú en el super.
Saludos a todos.
Ser o no ser
Fiestas del Pilar. Zaragoza se retuerce por el dolor de estómago provocado por el alcohol nocturno y las comidas familiares. Yo sano y salvo, este año es rarito, rarito... Es lo que tiene ser un chico trabajador.
Bueno, pero lo que no me quitan es la buena compañía. Así que, de la mano de la morena más elegante de la city, me dirijo al teatro. La verdad es que la vuelta siempre es esperanzadora. "Ser o no ser" versión teatral de la película de ERNST LUBITSCH. Ya en la puerta un nazi nos da la bienvenida. Más arriba un general del mismo gremio. Entradas de gallinero, o de anfiteatro en fino. Nos reímos bastante, más de lo que pensaba. Es una sátira, una burla, ¿no sé?, es cómica. Los actores bastante en su lugar y la escena, como siempre en mi ciudad, modesta.
Las cosas del azar nos llevaron a una pizzería de la mafia, con gordos, capos y mujeres incluidos, todos italianos. Y cosas del azar también terminamos con dos cervezas en uno de los locales más personales del casco. Todo en su sitio, menos el final... llovió.
Bueno, pero lo que no me quitan es la buena compañía. Así que, de la mano de la morena más elegante de la city, me dirijo al teatro. La verdad es que la vuelta siempre es esperanzadora. "Ser o no ser" versión teatral de la película de ERNST LUBITSCH. Ya en la puerta un nazi nos da la bienvenida. Más arriba un general del mismo gremio. Entradas de gallinero, o de anfiteatro en fino. Nos reímos bastante, más de lo que pensaba. Es una sátira, una burla, ¿no sé?, es cómica. Los actores bastante en su lugar y la escena, como siempre en mi ciudad, modesta.
Las cosas del azar nos llevaron a una pizzería de la mafia, con gordos, capos y mujeres incluidos, todos italianos. Y cosas del azar también terminamos con dos cervezas en uno de los locales más personales del casco. Todo en su sitio, menos el final... llovió.
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