Fiestas del Pilar. Zaragoza se retuerce por el dolor de estómago provocado por el alcohol nocturno y las comidas familiares. Yo sano y salvo, este año es rarito, rarito... Es lo que tiene ser un chico trabajador.
Bueno, pero lo que no me quitan es la buena compañía. Así que, de la mano de la morena más elegante de la city, me dirijo al teatro. La verdad es que la vuelta siempre es esperanzadora. "Ser o no ser" versión teatral de la película de ERNST LUBITSCH. Ya en la puerta un nazi nos da la bienvenida. Más arriba un general del mismo gremio. Entradas de gallinero, o de anfiteatro en fino. Nos reímos bastante, más de lo que pensaba. Es una sátira, una burla, ¿no sé?, es cómica. Los actores bastante en su lugar y la escena, como siempre en mi ciudad, modesta.
Las cosas del azar nos llevaron a una pizzería de la mafia, con gordos, capos y mujeres incluidos, todos italianos. Y cosas del azar también terminamos con dos cervezas en uno de los locales más personales del casco. Todo en su sitio, menos el final... llovió.
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