La música es vida. La música es pasión. ¿Habéis notado alguna vez ese extraño cosquilleo al escuchar una canción? Sólo se explica con una segregación de serotonina y dopamina por parte de mi cerebro. Inexplicable resulta cuando te hayas comprando en Carreofour o tumbado en el sofá y escuchas una canción que te conmueve. A veces, son obras desconocidas. Otras te traen recuerdos del pasado. De cualquier forma, son estados de ánimo.
Ha venido a mis oídos un clásico de Mocedades. Ese grupo que trae los más tiernos recuerdos de la infancia. Cuando jugaba en la alfombra del salón y escuchaba tararear a mi padre sin entender la letra de aquellas canciones. Sólo era melodía. Ahora trae letra y además recuerdos felices. También nostalgia y culpabilidad. De algún modo un tiro al sentimiento, un tiro al aire con certera puntería.
Saludos a todos.
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