domingo, 27 de marzo de 2011

DOMINGO

Acabo ahora de comer. Macarrones con tomate y orégano, el Ribeiro de fondo de nevera y una serie en el ordenador. Nada más. Suena Serrat, sí, Mediterráneo que es otro de esos clásicos que no puedes dejar pasar. En verdad, estoy catalanista, antes sonaba Aniversari de Manel.
Y aquí solo sentado ante la computadora no se sabe muy bien qué pensar. Es curioso cómo cambia el mundo en tan poco tiempo. Cómo hace un mes nadie pensaba que los cazas españoles estarían en Libia, en una guerra. Tampoco ninguno pensaba que fuera a resurgir esta ola anti-nuclear o que los monstruos marinos de 15 metros existiesen. El hombre tiene una memoria selectiva excesivamente desarrollada, aunque probablemente sea la causa de que todavía no estemos todos locos.
Y piensas en como la semana que viene te puede cambiar la vida. O en lo poco que se parece tu existencia a la de hace unos años. O lo poco que queda del chaval que llegó a la big city. Y pienso lo que me gustaba antes el ambiente de Malasaña y lo deprimente que me resulta ahora. Y cómo bebía Nesquik y ahora no sobrevivo sin los tres cafés diarios. Y en cómo se deteriora mi estómago. Y en cómo me gusta cambiar. Y en lo importante que es ilusionarse. Y tener proyectos. Antes dejaba el tiempo correr, ahora parece que me como los minutos.
Y escuchando Boomerang y escribiendo esta tontería tienes ganas de seguir.

Saludos

No hay comentarios:

Publicar un comentario